BIKEPACKING CON SONIA COLOMO
SONIA COLOMO
y su Megamo Factory AXS 01
Suena el despertador, son las 6 de la mañana y solo se oye el sonido de los pájaros con las primeras luces del día. Pocas horas de sueño, una semana dura de trabajo, pero es sábado y sé que tengo un fin de semana de mountain bike por delante. Preparo el desayuno, me visto y monto todas las bolsas de bikepacking para empezar una aventura de dos días por el Valle de Lord. |
La previsión meteorológica era buena por la mañana, pero se esperaban tormentas de tarde. Tenía que estar preparada para temperaturas cambiantes, no demasiados sitios para coger agua o comida y para un terreno que sería bonito y duro a partes iguales. Fue entonces cuando decidí llevar conmigo la Megamo Factory AXS 01, algunas de mis bolsas Backcountry de Apidura y una mochila de espalda pequeña. |
La bici rígida siempre es una buena opción para este tipo de rutas. Pesa un poco menos que una bici de doble suspensión y te permite llevar un poco más de material en el cuadro. Es una bici cómoda, versátil y polivalente donde las haya. Llevo un manillar con un backsweep de 12º y un rise de 15mm para hacer que la posición encima de la bici sea un poco más relajada, lo que la hace perfecta para salidas largas de mountain bike |
A la hora de decidir qué cosas te llevas y donde las cargas, lo más importante es saber qué puedes necesitar durante la salida y qué vas a necesitar cuando termines. En mi caso, durante la ruta solo necesitaría poder acceder fácil a la comida, al agua y a un impermeable así que organice el material de la siguiente forma: - En la bolsa del sillín llevaba todo lo que necesitaría para cambiarme por la noche: unas mallas largas, unos calcetines y una camiseta de tirantes. También es donde llevaba un abrigo de plumas fino, un impermeable y un maillot largo. - En la bolsa del cuadro llevaba básicamente comida para pedalear los dos días, unos manguitos y unos guantes largos. - En la bolsa larga del top tube llevaba todos los cables para cargar móvil y gps, batería externa, baterías de la Gopro, un frontal, unos auriculares, un paquete de pañuelos y el cepillo de dientes. - En la bolsa del manillar, llevaba el saco de dormir y una esterilla hinchable pequeña. - En la mochila de espalda, lo más importante de todo: 2L de agua y algo más de comida. |
Tocan las 8 de la mañana en el campanario del pueblo, es hora de empezar a pedalear. Un inicio de empujar un poco, vistas aéreas del valle y un sendero de piedras que sube y baja; todo apunta a que la ruta será de puro mountain bike.
Después de unas cuantas horas de pedaleo por subidas que no te dejan para nada indiferente, llegamos a un paso de río, hace calor y nada apetece más que poner los pies en remojo, beber agua fresca y comer un poco. No podemos estar parados mucho tiempo, el cielo empieza a ponerse feo, se oyen los truenos a lo lejos y aún nos queda una última subida larga para llegar al refugio donde queremos pasar la noche. ¿Llegaremos sin mojarnos? No tiene pinta. La lluvia empezó a caer a pocos kilómetros del refugio de Rasos de Peguera, donde cenamos y pasamos la noche mientras oíamos la lluvia caer. |
Domingo, son las 6 de la mañana, me siento descansada, feliz y ya tengo ganas de ponerme a pedalear. Mi ropa está todavía húmeda. La previsión es bastante mala y la ruta se tendrá que acortar un poco. La Roca del Ferrús se levanta delante nuestro, el Pedraforca se impone desde todos los puntos altos y la sensación de estar rodeada de naturaleza que te llena y te hace vibrar en las frecuencias más altas es la tónica del día.
Fotografía: David (Avisuals) |